ADORADORES:
GUERREROS:
TRABAJADORES:
Introducción
Este es el último libro en las series "La Casa Del Padre." Se recomienda fuertemente que comience a leer estas series para obtener un entendimiento completo de la revelación que el Espíritu Santo desea impartirnos en estas series.
Hay un proceso de descubrimiento que es imperativo en venir a ser la voluntad expresada, el plan y propósito de Dios para y a través de nuestras vidas. Esto toma lugar en tres niveles de relación con Jesucristo nuestro Rey.
Lo primero es venir a ser un adorador. "Porque los tales busca el Padre."
Lo segundo es venir a ser un guerrero. Es aquí donde estamos listos para venir a ser trabajadores en el reino de Dios.
Por muchos años he oído la expresión "estamos haciendo la obra para Jesucristo" cuando en realidad estamos haciendo nuestra propia obra y no la de Jesucristo del todo.
Satanás siempre trata de hacer que tomemos un atajo en nuestra experiencia en el Jardín para que hagamos las cosas por nosotros mismos antes de descubrir quiénes y qué es lo que somos.
Cuando evitamos el plan de Dios y su método es cuando fallaremos.
Antes de venir a ser un trabajador debemos ser guerreros y antes de ser guerreros debemos ser adoradores.
En estos días estamos haciendo las cosas al revés y vemos muchos sirvientes de Dios fallando, fracasando y siendo vencidos debido a que no estamos siguiendo el plan, propósito y programa de Dios.
Juan 4:23-24 "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren."
Dios está buscando adoradores, no debido a que Él necesita ser adorado, sino porque sólo los verdaderos adoradores tendrán la habilidad de recibir la revelación y visión de quiénes y qué son y lo que el Padre los ha creado y les ha llamado a que sean.
1 Juan declara que "Dios es amor". Dios es el Creador, el amor crea. Dios crea a través de su amor al soltar la semilla (su Palabra) la cual es su imágen, para producir lo que se parece a El.
El propósito del hombre en recibir el amor de Dios es para recibir también el poder creativo de Dios.
Adorar es dar y recibir. Recibir el amor de Dios primero y respondiéndole de regreso al darle lo que usted ha recibido.
El amor debe ser recibido gratuitamente y responder para poder procrear apropiadamente.
"Así como lo es arriba lo es abajo."
La relación entre esposo y esposa es una revelación del misterio de adoración.
Al hacer el amor verdadero la imagen de ese amor viene a ser reproducida.
Para decirlo a la manera de una canción popular "la mujer obtiene la vida del hombre y se la da de regreso, entonces nace el amor."
En recibir y dar está el fluir del poder creativo de Dios.
"Cuya semilla está en él, según su género."
El recibir de Dios produce un flujo de darle a Dios, lo cual resulta en una nueva creación.
Lo que usted recibe es a lo cual puede dar o responder, y lo que va a ser reproducido, ya sea vida o muerte dependiendo de lo que ha recibido.
Adoración es una acción, acto o movitación que establece la posición relativa entre el adorador y lo que es adorado.
Adoración en el espíritu es el abrir mi espíritu al espíritu de Dios en su presencia manifestada. Permitiendo un fluír de vida, revelación, visión, amor e intimidad (o dentro de mí) que tome lugar.
Es aquí donde oímos y vemos nuestro propósito y nuestro destino.
"Fe viene por el oír y el oír por la palabra [Rhema] de Dios,"
Es en la presencia de Dios que somos cambiados y recibimos su fe para ver y venir a ser lo que ya somos en Cristo Jesús.
Salmos 16:11 "Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre."
Romanos 14:17 "Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo."
Nehemías 8:10c "porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza."
Efesios 6:10 "Finalmente hermanos, fortalezeos en el Señor y en el poder de Su fuerza."
1 Tesalonisences 5:16-20 "Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías."
Filipenses 4:4 "Regocijáos en el Señor siempre; de nuevo os digo regocijaos."
Salmos 9:2-3 "Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo. Mis enemigos volvieron atrás; Cayeron y perecieron delante de ti."
Hebreos 13:15 "Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre."
Salmos 22:3 "Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. "
Es a través de alabanza y adoración que mucha de nuestra guerra espiritual viene a resultar en victoria.
Guerra espiritual no es sólo el atar y soltar, intercediendo y reprendiendo al diablo. Esto es sólo una pequeña parte de la verdadera guerra.
La guerra puede ser llevada a cabo en diferentes formas pero necesita comenzar en el lugar de alabanza y luego adoración para que venga a ser efectivo para el individuo y luego en lo corporativo.
Puede ser expresada a través de canto, danza, gritos, música, profecía, risa, dar, hablar en lenguas o en otro gran número de diferentes formas.
Lo que parece ser tontería para nosotros en lo natural puede ser lo que el espíritu use para traernos a un nivel más profundo de rompimiento, liberación y victoria.
Es en la presencia manifestada de Dios que los enemigos de Dios y los nuestros caerán y serán consumidos.
Los enemigos de Dios vienen a ser nuestros enemigos y nuestros enemigos son de Dios también.
Cuando soltamos la presencia del Dios Viviente, quien está dentro de nosotros, el Espíritu Santo impactará aquello que no es de Dios y lo que busca matarnos y destruirnos.
Cuando alabamos y damos gracias a nuestro rey nos movemos más cerca del lugar de libertad espiritual y al llegar a la adoración se suelta la presencia manifestada de Dios en nuestras vidas y a través de ellas.
Es aquí donde "sacaremos agua con júbilo de los pozos de salvación y en ese día diremos... Alabado sea El Señor."
La presencia de Dios está dentro de nosotros.
El río de vida está dentro de nosotros. Es a través de alabanza, dar gracias y adoración que el río es soltado y la presencia de Dios es manifestada en nuestra atmósfera. Esto producirá una confianza más grande en nuestras mentes y corazones de la realidad que "Más grande es quien está en nosotros que quien está en este mundo [o tiempo]."
Esto nos ayuda a mantener el destino de Dios y traerlo a nuestro estado presente de existencia. Nuestro futuro eterno comienza "ahora".
2 Corintios 4:17-18 "Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas."
Es en adoración que parecemos estar cara a cara en los ojos de nuestro espíritu y somos cambiados en la imagen del próximo nivel de gloria.
Hebreos 12:2 habla de Jesucristo soportando la cruz debido al "regocijo" que estaba preparado ante El. "Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios."
¿Cuál fue el regocijo que estaba preparado ante El? Era la visión de usted y yo entrando al reino y adorando al Padre en espíritu y en verdad.
Era la foto de "esperanza" de lo que iba a ser en el futuro. Esperanza es la foto de lo que está dentro de nosotros, es la visión de Dios en nuestras mentes. Aquí vemos el "regocijo" conectado a "esperanza" (o visión) del futuro. Debemos ver lo que seremos y a donde vamos a ir en lugar de ver las cosas como están en el momento presente.
El regocijo del Señor, lo cual es nuestra fortaleza, está en su Espíritu y debe ser soltado por un acto de nuestra voluntad a través de alabanza, dar gracias y adoración.
Actuando en una manera que es muchas veces lo opuesto a lo que podramos estar sintiendo, oyendo o viendo en lo natural en el momento presente.
En Hechos 16:22-34 tenemos un ejemplo claro de esto: "Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios."
En lugar de murmurar y decir "¿Por qué nos está pasando esto a nosotros?" "¡Estamos haciendo la voluntad de Dios!" "No lo entiendo" "¿Qué vamos a hacer ahora?" "¡Qué gran problema en el que estoy!"
Al contrario de decir eso, los discípulos cantaron alabanzas a Dios en voz alta, no viendo ni yendo por lo que estaban viendo, sintiendo y experimentando en ese momento. Esta es una llave a guerra y victoria en la vida cristiana.
Es a través de alabanza y adoración (también orando y cantando en el espíritu) donde lo que Satanás usó para dañarnos puede ser cambiado para el bién y cambiarlo a victoria.
En Juan 4 Jesucristo dijo que los verdaderos adoradores, adorarían al Padre en Espíritu y en verdad. La palabra "verdad" también significa "realidad." Realidad es lo que Dios ha dicho, expresado y revelado y nada más.
Jesucristo dijo "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres."
El verdadero adorador no verá la apariencia de cosas sino al contrario, verá la realidad de la situación de acuerdo a lo que Dios ha dicho.
2 Corintios 4:18 "No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas."
Cuando venimos a ser un verdadero adorador vendremos a la necesidad de ser guerreros.
La verdadera adoración y guerra van de la mano. Una cosa llevará a lo otro.
El verdadero adorador llamará "las cosas que no son como que lo fueren." En lo que a Dios concierne "ya han sido hechas" debido a que es lo que Él ha declarado que sea.
Cuando nos ponemos de acuerdo con Dios y decimos lo que El ha dicho comenzamos a llevarnos a nuestro propio destino. Nuestro futuro viene a ser nuestro presente.
Alabanza y adoración nos ayudará a tomar la realidad y al hacerlo venceremos todo ataque y mentira del diablo.
En Hebreos 9:3-5 encontramos una cosa extraordinaria "Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto; y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle."
El altar del incienso estaba en frente del velo en el Antiguo Testamento. Era desde aquí que el Sumo Sacerdote tomaría carbones calientes del altar, los ponía en el incensario dorado, agregaba incienso y lo traía para ponerlo dentro del velo junto con la sangre de redención.
En el libro de Hebreos el incensario dorado permanece dentro del velo. El incienso es la alabanza y oración de los santos y es a través de alabanza y adoración que entramos detrás del velo.
El velo ha sido roto para dejar que Dios salga y que nosotros entremos.
"Ha sido terminado"
Con el derramamiento de la sangre de Jesús, el velo ha sido roto y ahora el trono de Dios reside dentro del templo de Dios, la iglesia, el lugar de habitación de Dios.
Es a través de alabanza y adoración que soltamos de dentro de nosotros la presencia del verdadero Dios viviente. Como un sacerdocio real debemos ofrecer continuamente el sacrificio de alabanza, aún los becerros (palabras, o sacrificios) de nuestros labios ante nuestro Dios.
Ya no son sacrificios de sangre sino los sacrificios de dar gracias, alabanza y adoración. Este es el ministerio del verdadero adorador, dar gracias, siempre, en todas las cosas a nuestro Dios y Rey.
Un guerrero es aquél que está disponible para pelear por lo que ha sido prometido. Un soldado quien está enfocado en la guerra a la mano, con el intento de ganar la victoria total.
Aquellos que han recibido a Cristo han entrado en vida eterna. ¿Qué es vida eterna? Es la misma naturaleza y calidad de la vida de Dios, es sin límite de tiempo, nunca termina, eterno "ahora."
Dios está fuera del tiempo y también en tiempo. El es el Dios del futuro y del pasado. El es el Dios Eterno del presente, ahora mismo, hoy.
"Hoy, si oyereis su voz, mientras se le llame hoy, hoy. Ahora fe es, hoy."
El guerrero debe aprender a disciplinar la mente, manteniéndose enfocado en lo que está a la mano o alcance.
El reto del guerrero es el mantenerse enfocado en el presente "ahora" con la realidad del futuro de Dios invadiendo el presente ahora.
Satanás tratará de hacer que regresemos al ayer y que, basado en nuestros fracasos y derrotas del pasado, proyectemos un tenebroso mañana.
Tiene que estár presente para que pueda oír. "Fe viene por el oír", si no está presente no puede oír.
Muchas de nuestras conversaciones nunca son escuchadas debido a que durante el transcurso de ellas estamos bien ocupados pensando respecto a qué es lo que vamos a decir tan pronto la otra persona deje de hablar.
No estamos presentes (aquí) al momento y por lo tanto no podemos oír.
Esto también puede suceder en nuestro tiempo de oración. Hablamos y hablamos pero nunca nos quedamos quietos y enfocados para que podamos oír.
Las cosas que nos tomaren del presente momento y nos lleven al pasado o a un futuro falso nos robarán de nuestra victoria "ahora".
Otras veces, estamos en un tiempo de alabanza y adoración, ya sea individual o corporativamente, nuestras mentes andan por todos lados en el universo excepto en donde estamos y lo que estamos haciendo al momento.
La palabra de vida está siendo dicha y nuestras mentes están en cualquier otra cosa que podamos pensar: ¿Qué vamos a comer después de la reunión? ¿Quién vino o no vino? "Los que no vinieron debían oír este mensaje!" "Miren lo que aquella persona está haciendo!" ... Cualquier otra cosa, menos lo importante que estamos oyendo en ese momento.
Esta actitud nos mantiene fuera de lugar para que no podamos oír. Tenemos que estar presentes en orden de "oir" y "Fe viene por el oír."
Muchas veces la gente está presente en cuerpo únicamente pero no en mente; no oyen. Debemos estar presentes en cuerpo y mente para oir lo que tenemos que oir.
Un guerrero necesitará estar enfocado cuando Dios se está moviendo por su espiritu ya sea que esté en tiempo de alabanza y adoración o estemos entrando en batalla o recibiendo una revelación de manera que se pueda mover con Dios.
Lleva un gran esfuerzo el excluír todas las cosas y personas alrededor para que podamos estar presentes y oír para movernos con el Espíritu de Dios.
Esto en sí es batalla, el mantenerse enfocado en el presente ahora para que podamos estar en un acuerdo y operar en unidad. Es en este lugar de venir a estar en unidad y en un acuerdo que el espíritu será soltado a través de nuestras emociones y palabras cuando adoremos y alabemos a nuestro Rey.
Nuestros pensamientos y voluntad, renovados a la palabra de Dios, pueden ayudarnos a traer bajo control nuestras palabras y emociones.
Nuestras emociones necesitan ser controladas y enfocadas por nuestra voluntad para ser soltadas por el Espíritu de Dios. No debían controlarnos sino al contrario, debemos aprender a controlar nuestras emociones.
A través de emociones y palabras es que soltamos espíritus. Nuestras emociones nos fueron dadas por Dios para expresar Su naturaleza y atributos. Cualquier otra expresión puede soltar otro espíritu en nuestra atmósfera.
Un guerrero debe aprender a controlar y enfocar sus pensamientos, emociones y palabras en orden de soltar una atmósfera cargada con el espíritu y poder del reino de Dios. Por lo tanto, necesitaremos estar enfocados y "Ser prontos para oir y lentos para hablar."
El diccionario Webster en Inglés define la palabra "guerrero" como un hombre experimentado o comprometido en guerra; un hombre peleador.
Una "guerrera" es una mujer de guerra.
Un soldado, a menos que sea enviado en una misión especial por su comandante, no actúa independientemente sino se mueve con aquellos que están en el ejército, bajo la dirección del comandante.
2 Timoteo 2:3-7 "Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo."
Como soldados debemos aprender a movernos juntos como en un ejército. Necesitamos escuchar y seguir las direcciones que se están dando por aquél que está en lugar de autoridad espiritual en ese momento.
Cuando un Pastor o ministro nos instruye de levantar nuestras manos, lo debemos hacer. Si se nos dice que oremos en el espíritu, gritar, saltar, danzar o simplemente estar quietos debemos hacerlo todos al mismo tiempo para que funcione como unidad.
Cuando es tiempo de hablar, hable. Cuando es tiempo de escuhar, escuche. Si usted está hablando o saludando a alguien cuando es tiempo de escuchar o de orar entonces usted está fuera de orden y deteniendo el fluir del Espíritu de Dios.
Usted no puede oír al ministro o la dirección del Espíritu si usted está hablándole a alguien más, tratando de continuar leyendo su Biblia con otras escrituras que no ha dicho el ministro, caminando una y otra vez a tomar agua, al baño o simplemente soñando despierto.
Si usted no está presente no tendrá la habilidad de oir. Esto quizá no parezca importante para usted en el lugar de guerra pero puede hacer la diferencia entre victoria y derrota, rompimientos o simplemente mantenerse estancado.
El libro de Josúe ha sido llamado por muchas personas el manual de guerra del Viejo Testamento de tipos y sombras para guerra en nuestros días.
Josúe 6:1-20 "Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra. Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días. Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante. Llamando, pues, Josué hijo de Nun a los sacerdotes, les dijo: Llevad el arca del pacto, y siete sacerdotes lleven bocinas de cuerno de carnero delante del arca de Jehová. Y dijo al pueblo: Pasad, y rodead la ciudad; y los que están armados pasarán delante del arca de Jehová. Y así que Josué hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, pasaron delante del arca de Jehová, y tocaron las bocinas; y el arca del pacto de Jehová los seguía. Y los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las bocinas, y la retaguardia iba tras el arca, mientras las bocinas sonaban continuamente. Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces gritaréis. Así que él hizo que el arca de Jehová diera una vuelta alrededor de la ciudad, y volvieron luego al campamento, y allí pasaron la noche. Y Josué se levantó de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca de Jehová. Y los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, fueron delante del arca de Jehová, andando siempre y tocando las bocinas; y los hombres armados iban delante de ellos, y la retaguardia iba tras el arca de Jehová, mientras las bocinas tocaban continuamente. Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volvieron al campamento; y de esta manera hicieron durante seis días. Al séptimo día se levantaron al despuntar el alba, y dieron vuelta a la ciudad de la misma manera siete veces; solamente este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces. Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad. Y será la cuidad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos. Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de Jehová. Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron."
Aquí hay tres grandes lecciones de guerra que debe-mos aprender: La primera es callarse hasta que sea el tiempo de gritar, !entonces grite!
Al pueblo de Israel se le comandó no hablar o hacer ningún sonido con su boca hasta que fuera tiempo de gritar.
La segunda lección es que tenían que seguir todas las instrucciones exactamente como se les dijo y abstenerse de hablar por siete días. Debían seguir, en unidad, todas las instrucciones, que les fueron dadas por la autoridad espiritual.
La tercera lección es que no se les permitió tomar ninguna cosa del botín de la ciudad. Esta era la primera ciudad en la tierra prometida que debía ser tomada. Eran los primeros frutos o el diezmo al Señor.
Por favor entienda esto: La "cosa maldita" también significa en Hebreo "una cosa consagrada." O sea que toda la plata, oro y vasijas de cobre y hierro debían ir a los tesorería del Señor. Debemos entender que nuestro dar es una parte bien importante de nuestra adoración y guerra.
Las próximas ciudades iban a ser para que ellos se quedaran con el botín y las ganancias. Esta ciudad iba a ser el diezmo.
Podemos perder muchas batallas y victorias cuando desobecemos a Dios en nuestro dar.
Malaquías 3:8-11 "Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos."
Los primeros frutos (diezmo) siempre vienen primero.
Un guerrero necesitará ser dador de diezmos y ofrendas para romper la maldición y traer la victoria y mantenerse en ella.
Donde primero aprendemos a oir la voz de Dios dentro de nosotros es al dar a otros. Esto es muy importante al apren-der a oir al Espíritu en nuestras actividades diarias y Su dirección en nuestras vidas.
Martín Lutero, el gran reformador, dijo que todo creyente necesitaba tener redención en tres areas de sus vidas: "En sus corazones, sus mentes y en sus bolsillos." Esto es una verdadera declaración.
"No toqueís las cosas malditas o las cosas consagradas" cuando lo hiciere le traerá una maldición a usted.
Aquellos quienes se salen de una reunión antes que se les despida solo para no dar la ofrenda, no son guerreros. Sino al contrario, están en peligro de tocar la "cosa maldita."
Como guerreros necesitaremos estar dispuestos a morir a nuestra propia voluntad por el bien de lo que creemos. Como soldados acometidos y leales al ejército en el cual servimos.
Guerreros son aquellos que están sometidos a alguna autoridad espiritual, dispuestos y capaces para seguir órdenes; dadores del diezmo y ofrendas y también acometidos a la obra por la cual se pelea. Unicamente entonces estamos listos para venir a ser trabajadores en el Reino de Dios.
Todo creyente ha sido llamado para hacer la obra del ministerio y hacer las obras de Dios. No todo creyente será un ministro sino que todos somos llamados en alguna área o nivel de trabajo en el ministerio. (Vea el libro del autor "Manifestaciones - Ministerios - Operaciones")
Marcos 16:15-18 "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán."
Hoy en día tenemos muchos creyentes siguiendo las "señales" y no haciendo "la obra del ministerio." Esto realmente es culpa de los ministros del día quienes han tratado de hacer todo el brabajo del ministerio por sí mismos, y no equipando a otros creyentes para hacerlo.
Sin embargo, esto está cambiando.
Efesios 4:11-13 "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo."
Jesús les dijo a los apóstoles en Mateo 28:18-20 que "fueran e hicieran discípulos de toda clase de gentes, enseñándoles a hacer todas las cosas que os he mandado."
"Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."
Jesús les dijo a los creyentes en Marcos 16: "Id a predicar el evangelio a toda criatura, confirmandolo con señales, sanidades y manifestaciones de mi espíritu que seguirá vuestra proclamación del reino de Dios."
La tarea de los dones del ministerio es hacer discípulos. Enseñando, entrenando y equipándolos para hacer la obra del ministerio. Si no lo están haciendo, entonces no están llenando su llamado ni haciendo su tarea.
Debemos tener un cambio en nuestra mentalidad en estos días que cree que Dios únicamente usará "cierta gente especial" y de pensar que "¡Seguramente Dios no puede usarme! Después de todo, no soy tan espiritual o bueno como para que Dios me use."
Hemos sido engañados al creer que el poder del Espíritu Sando se manifestará en y a través de nuestras vidas como un resultado de nuestra "buena conducta" o "estilo de vida" y no por el oir por fe.
Hemos creído, aprendido y enseñado muchas falsas doctrinas e ideas religiosas que estamos en gran necesidad de dejarlas a un lado.
Dios usará a aquellos que estén dispuestos y disponibles, no porque lo merezcamos sino porque nosotros somos todo lo que El tiene para trabajar y El nos ha escogido para hacerlo.
Después de todo, es el poder del Espíritu que sana y produce milagros, no nuestras buenas obras. Es la bienaventuranza y bondad de Dios, nunca la nuestra.
Nunca seremos capaces de tomar el crédito por el éxito ni debíamos aceptar ningún fracaso. Debemos únicamente oír al Espíritu lo que diga y luego lo hacemos nosotros.
Uno de los problemas que hemos tenido en la iglesia es que cuando un creyente comienza a actuar como un creyente inmediatemente tratamos de elevarlo a algún rango del ministerio... ¡NO!
Todo creyente debe sanar al enfermo, echar fuera demonios, predicar y revelar el evangelio del reino de Dios. Esto es quienes somos y lo que hemos sido llamados a hacer.
No por nuestras justas obras sino por la gracia de Dios. Es bien importante entender esto o Satanás lo paralizará a usted con sus propios fracasos y derrotas a la vez que lo detendrá de hacer la voluntad y el plan de Dios.
Nunca agarre la idea que Dios se moverá debido a su bondad o que no lo hará debido a sus fracasos personales. Esto es un pensar falso y un golpe en la cara de Jesucristo al decir que la sangre que El derramó no fue suficiente para usted.
Nosotros somos el cuerpo, las manos, los pies y la boca de Jesucristo. Es la vida de Cristo pero es a través de nuestros cuerpos que ha elegido hacer la obra.
2 Timoteo 2:3-7 "Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar prmero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo."
Es importante entender que usted sólo puede dar lo que haya recibido. Usted puede tener tanto de Jesucristo como usted esté dispuesto a dar. Aún así debemos recibir de El aquello que vamos a dar y revelar. Debemos venir a ser el mensaje que predicamos.
Es tiempo de dejar de revelar un Jesucristo falso que enjuicia y que es solo ira o enojo. Es tiempo de revelar al Jesucristo de Misericordia y perdón, verdad y vida. Pero sólo lo podemos hacer al haber recibido su misericordia, perdón, verdad y vida.
Debo creer que su sangre fue derramada por mí, que fue suficiente para cubrir y tratar con todos mis pecados, fracasos y necesidades.
Unicamente entonces seremos capaces de tener una verdadera confianza en nuestro ministrar a aquellos que están enfermos, afligidos y en gran necesidad. No por nuestra bondad sino por la Gracia de Jesucristo.
Dios se moverá porque El es bueno y porque El es Dios. El únicamente nos pide que le invitemos en toda situación y creamos que El hará lo que la Palabra declara y pidamos de acuerdo con la palabra revelada.
Es su voluntad salvar, sanar, liberar y prosperar a todos aquellos que vienen a El.
3 Juan 1:2 "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma."
Hay una relación directa en que nuestra mente (alma) prospere y sea saludable a la vez que nuestra prosperidad física y salud o sanidad. Nuestras mentes al ser renovadas a la palabra de Dios producirá las realidades físicas de lo que percibimos en nuestro propio espíritu por la palabra revelada que hemos recibido.
Es en la renovación de nuestras mentes, la cual comienza con nuestra adoración y meditación de las Escrituras lo que nos causará batallar en victoria y prepararnos para la obra del ministerio.
Cuando entendemos que este es el deseo de Dios y su voluntad para nuestras vidas entonces con confianza iremos a nuestras ciudades y a ministrar a otros. Recuerde, Dios es un buen Dios que le ama y tiene un plan y destino para su vida.
Hechos 1:1-5 "En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. ":8 "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra."
Ya hemos tratado con esta porción de las Escrituras en otra parte de estos libros; sin embargo, debemos regresar y ver a algunas de las palabras clave para entender la manera en que Jesucristo enseñó a sus discípulos y como nos continúa enseñando en estos días.
"Jesús comenzó a hacer y enseñar."
Primero Él les mostró al hacerlo, los discípulos observaron lo que se hizo; luego Jesucristo les enseñó qué fue lo que hizo y la manera en que lo hizo.
Un buen ejemplo de esto sería Marcos 11: los discípulos vieron a Jesucristo maldecir una higuera. El próximo día había secado desde las raíces, le preguntaron respecto a esta situación y Jesucristo les enseñó la manera en que lo hizo.
Marcos 11:13-14 "Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos." :20-24 "Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá."
¿Dónde puede obtener la clase de fe de Dios o la fe de Dios?
"Fe viene por el oir y el oir por la palabra (Rhema) de Dios."
Esta es la fé de Dios o la habilidad que viene por el oír de Dios. (vea el libro del autor "Fe Básica".)
Cuando recibimos la palabra Rhema de Dios nos dá Su habilidad para hacer lo que El ha dicho.
Jesucristo siempre hizo lo que El vió el Padre hacer y dijo lo que el Padre estaba diciendo.
Siempre debemos depender en la dirección que el Espíritu Santo nos guía y nos muestra el cual, donde, como y cuando de cualquier cosa que nos esté guiando a hacer. Nunca debíamos actuar simplemente por necesidad, sino por el oír y responder a la voz del Espíritu.
Claro que podemos orar por la necesidad, pero necesitamos oír del espíritu para saber qué hacer.
"El fue levantado, después de esto Él a través del Espíritu Santo les dió los mandamientos."
Jesucristo sigue haciendo lo mismo en estos días. Una de las maneras que el espíritu ha trabajado en mi propia vida y el ministerio ha sido el permitirme ver a Jesucristo en operación a través de alguien en el ministerio o en otro creyente.
Yo no pude abrir un ojo ciego hasta que ví a alguien más hacerlo. Nunca abrí un oído sordo hasta que ví cuando se hizo. Nunca hubiera sacado a un inválido de la silla de ruedas y que caminara hasta que yo viera cómo sucedía.
Primero ví la manera en que alguien lo hacía, luego oyí por el Espíritu que yo lo iba a hacer y lo hice.
En Juan 14:16 Jesús nos dijo que el Espíritu Santo nos guiaría en toda la verdad y nos mostraría cosas por venir.
Otra manera en que el Espíritu Santo ha trabajado en mi vida es al mostrarme algo en mi espíritu que voy a hacer, aún cuando no haya visto a nadie más hacerlo.
Cuando yo cedí a seguirlo, haciendo lo que El me revelaba, sucedió como se me fue revelado.
Cuando leemos en los Evangelios y vemos cuidadosamente la manera en que Jesucristo mismo hizo las cosas, descubrimos que El nunca oró por el enfermo o endemoniado. Al contrario, únicamente habló la Palabra.
No hay nada equivocado en orar por los enfermos, tenemos Escrituras que nos respaldan, pero Jesucristo no lo hizo de esa manera.
Mateo 8:16 "Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos."
Aún así sabemos por muchas otras Escrituras que El estuvo mucho tiempo en oración antes que fuera a ministrar a otra personas.
Lucas 5:16-17 "Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba. Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar."
Yo creo que aquí hay una llave espiritual que necesitaríamos aprender y entender. Si compartiéramos más de nuestro tiempo en adoración, alabanza, guerra y orando por otros, gastaríamos menos tiempo orando sobre ellos. Cuando soltamos el poder del Espíritu Santo en nuestra adoración, alabanza y guerra, nuestros oídos estarán más claros para oír la voz del Espíritu y hablar únicamente su Palabra.
Marcos 1:32-35 "Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían. Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba." :39 "Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios."
"Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros."
Juan 20:21-22 "Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo."
Hechos 10:38 "Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él."
1 Juan 2:6 "El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo."
¿En qué manera caminó Jesucristo?... Al caminar en el Espíritu, oyendo y viendo en el espíritu; luego haciendo lo que oyó y vió... Por lo tanto, debemos hacer lo mismo.
"Y me seréis testigos... aún en las partes remotas de la tierra."
El ser un testigo no es algo que hacemos, es algo que somos. Un testigo es alguien quien ha visto o tiene conocimiento personal de un evento o algo que ha sucedido.
Somos testigos a la realidad que Jesucristo es Rey y que El está vivo y viviendo en nosotros.
No pongan a la gente bajo sus propias ideas religiosas o impongan reglas y ritos.
Lleve a las personas al Cristo Vivo quien les ama y fue a la cruz en su lugar para darles vida eterna. El está vivo hoy y también es real. Predique el Reino de Dios ha venido y está disponible para todos quienes entraran y recibieran el regalo de Dios. Dios les ama y tiene un plan y destino para sus vidas.
Mateo 24:14 "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin."
Milagros, señales, sanidades y maravillas son para que la gente se interese en lo que está detrás de las señales, las cuales nos guían a quien está haciéndolas, nuestro Señor Jesucristo.
Hasta estos días muchas de las manifestaciones, sanidades y milagros que la iglesia ha visto han tomado lugar en las reuniones que hemos atendido, pero una manifestación más grande tomará lugar cuando nos reúnamos en los días por venir. Ahora es el tiempo para que la iglesia tome el poder del Espíritu Santo fuera de las reuniones.
Ahora es el tiempo de ver el poder de Dios manifestado en las calles, en el trabajo, en el mercado o en la sala de alguna otra persona.
Dios está buscando a su pueblo, su iglesia, usted y yo, para que seamos su mano extendida a un mundo moribundo en el lugar donde están viviendo.
Las personas que son más fácilmente sanadas son los no creyentes y los bebés Cristianos. Estas personas aún no han agarrado el espíritu de incredulidad. Usualmente usted debe recibir la sanidad por ellos la primera, segunda y hasta la tercera vez hasta que aprendan a obtenerla por sí mismos.
Tenga confianza y siga la guianza del Espíritu Santo. Hágalo! Crea a Dios, crea que El hará lo que ha dicho que hará.
Cuando usted sepa la manera cómo orar por el enfermo o decir la palabra al enfermo o afligido; dentro de su espíritu y su mente véalos ya sanados o liberados, luego ore o hable la palabra de sanidad y liberación.
Mantenga esa foto en su espíritu y mente (corazón) cuando declare la palabra. Entonces, espere ver en manifestación los milagros y las sanidades.
Aún si usted no ve la manifestación inmediatamente manténgase creyendo, viendo y hablando la manifestación. Si usted ha oído de Dios se llevará a cabo.
No todas las sanidades son instantáneas, algunas veces comienzan en el punto de oración o al hablar la palabra y continúan hasta que es completamente manifestada.
Sin embargo, sanidad o liberación puede tomar lugar, recuerde que es la voluntad de Dios el sanar, liberar y salvar aquellos que están perdidos.
También es Su voluntad la de usarle a usted para traer sanidad, liberación y poder de salvación a un mundo que está enfermo, atado y moribundo.
Dios no lo hara por usted. - Dios no lo hará para usted.